Hace tiempo que en Chile le hacemos el quite a los problemas. Nos está costando un mundo asumirlos y abordarlos con la altura y seriedad que merecen los desafíos que hoy nos toca enfrentar. Y con esto no pienso en los enredos que tienen en vilo a nuestra elite, políticos y la clase dirigente. Me refiero más bien al nivel de la discusión que se genera en la calle, en la señora Juanita y en el ciudadano de a pie. A cómo usted y yo conversamos y confrontamos nuestras diferencias.
Hoy se hace muy difícil el diálogo, el debate y el contraste de ideas. Si usted no piensa con radicalidad, simplemente será devorado por una turba de manifestantes que privilegian las caricaturas, los estereotipos y salidas simplonas. Hasta las cuestiones más complejas se reducen, se empaquetan y se presentan en color blanco o negro, para evitar pensar, cuestionarnos o incluso, dejarnos seducir por un buen argumento. No. Más bien se trata de montarme en el macho y defender mi punto de vista a como de lugar, aún a golpes, insultos o descalificaciones de alto y bajo calibre. Imponerse es la consigna.
El amor por las ideologías contribuye en parte a este fenómeno. Es sabido que el fanatismo nos pone ciegos y sordos como tapia. Nos impide abrirnos a ver y conocer otras verdades, aunque estén ahí, frente a nuestras narices, evidentes y gigantes como monumentos. Es tanta la devoción que sentimos por nuestro modelo que cualquier alternativa nos parecerá pequeña, estúpida, insignificante.
Es tal la falta de ideas y de un pensamiento crítico que la violencia ha ido ganando terreno como herramienta de defensa y los polos y extremos están floreciendo como callampas en medio de este valle crispado y agresivo. Y a lo lejos, marginados, huyen en estampida matices y colores por montón. Nadie los quiere por estos prados.
Por eso no sorprende que la periodista Mónica Pérez haya encontrado tanto repudio a su comentario sobre las marchas y la violencia. “La realidad no es blanco o negro. Todos somos víctimas de la violencia” – habría dicho en alusión al programa Informe Especial que emitió anoche TVN. Claro, por plantear un matiz –del porte de una catedral- y no ubicarse del lado de los “estudiantes-víctimas” fue troleada, como se dice en jerga de redes sociales.
Preferimos encasillar a pensar. Es más fácil el atajo al camino largo. A realidades complejas, soluciones básicas y estereotipadas. Son pocos los valientes que frente a discusiones calientes y de posiciones tan demarcadas se animan a plantear un punto mesurado. Hoy es más fácil sumarse a uno y otro bando y fondearse en la multitud a ponerse en el medio e intentar abrir una discusión inteligente y enriquecedora. Si lo hace lo harán bolsa, como a Mónica.
Y en parte es la falta de ideas, de diálogo, de respeto, de tolerar la diferencia lo que nos tiene marcados y enfrentados: pro vidas y pro muertes, allendistas y pinochetistas, izquierdas y derechas, liberales y conservadores, opresores y oprimidos, víctimas y victimarios, carabineros y estudiantes. Si nos sacáramos la capucha entenderíamos que somos tanto más diversos que todo esto. Si nos desasiéramos de nuestras anteojeras caeríamos en la cuenta de que Chile y el mundo tienen miles y miles de colores. Y si se decidiera a bajar las defensas y dejara entrar algunos vientos de humildad, entenderá que su verdad no es la única y santa verdad.
Por eso yo también “Soy Mónica” y, troleos mediante, solidarizo y me sumo a su cruzada.
Por Matías Carrasco.
Felicitaciones!!!! me encantan sus artículos y la forma de presentarlos Por fa. envíenme el articulo anterior, mi PC se lo tragó, no lo encuentro Un afectuoso saludo Isabel Schnettler
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en Blog de Héctor Guzmány comentado:
Todos somos terrícolas es una verdad del porte de un buque pero mientras unos mueren de hambre otros compran yates de 50 millones de dolares. Todos sufrimos la violencia es otra verdad del porte de un buque que no requiere pensar basta con repetir palabras re urdidas ya por muchos pero ¿a todos nos afectara por igual? SI, y mucho antes antes de emitir opinión
Me gustaMe gusta
Yo también «soy monica» y también «soy matias» , solidarizo con ambos , por sus reflexiones valientes , profundas , ponderadas , que uno agradece y las percibe sin odios , sin rencores y dicen tantas verdades!!!
Felicitaciones y gracias por esta columna que sube los ánimos!
Me gustaMe gusta
De la mayor importancia entrar en un camino de no más blanco-negro, buenos-malos, patriotas-traidores, derecha-izquierda. Si realmente queremos aceptar y defender la diversidad, partamos por plantear y defender abiertamente los matices, es decir, todas las opiniones. No aceptemos que nos encajonen y rotulen gratuitamente.
Me gustaMe gusta
Qué pasó!!!, no recibí mäs sus comentarios Un afectuoso saludo Isabel
El 2 de junio de 2015, 18:56, Isabel Schnettler escribió:
> Felicitaciones!!!! me encantan sus artículos y la forma de presentarlos > Por fa. envíenme el articulo anterior, mi PC se lo tragó, no lo encuentro > Un afectuoso saludo > Isabel Schnettler > > El 2 de junio de 2015, 18:14, si las tortugas hablaran… <
Me gustaMe gusta
Lamentablemente los gobiernos de la Concertación y la mal llamada Nueva Mayoría se encargaron de polarizar el país, todo aquel que piense distinto es descalificado, asociado a violación de los DDHH, dictadura, términos que venden y que son fácilmente consumidos por unos pocos que gritan mucho.
Me gustaMe gusta