NI TAN PRO VIDA…

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José Antonio Kast y Sebastián Piñera fueron férreos defensores de la vida en la tramitación del proyecto de despenalización del aborto en tres causales. Levantaron las banderas de los pro vida, citaron a Dios y pusieron el mandamiento «no matarás» como un escudo impenetrable donde no había espacio para una opinión distinta. Sus convicciones personales y su Fe los dejaban del lado de quienes buscan proteger la vida  siempre, desde la concepción hasta la muerte natural.

Pero esta semana algo cambió. José Antonio Kast advirtió que si alguien entraba a su casa él dispararía y Sebastián Piñera apuntó más alto y declaró que si alguien mataba a su hija él le partiría un martillo en la cabeza.

Es interesante. Si uno observa el fondo de lo que plantean, se dará cuenta que ellos están aceptando, al fin, que la defensa de la vida no es un absoluto. De alguna manera están diciendo que ellos velarán por la vida solo en ciertas condiciones, siempre y cuando, ellos ni sus familias se encuentren bajo amenaza.

Sí, es cierto. Se trata en este caso de legítima defensa. Pero es justamente la legítima defensa el argumento para entender que en la vida existen casos excepcionales, encrucijadas morales, situaciones extremas, que le hacen a uno tomar decisiones tan difíciles y lamentables que pueden acarrear, incluso, la muerte de otras personas.

Hay chilenos que elegirán abortar. Hay otros que, aún con la ley vigente, nunca lo harían. Y hay ciudadanos que decidirán tener un arma en su casa y usarla en caso de ser necesario. Y hay otros que, por ningún motivo, la tendrían. Kast no permitiría un aborto pero sí estaría dispuesto a balear a un delincuente. No solo eso, invita – con su ejemplo- a armarse y defenderse amparados en la ley. Piñera tampoco estaría disponible a interrumpir un embarazo, pero sí haría añicos la cabeza de quién atente contra la integridad de su familia.

¿Cambiaron entonces de parecer?

De ninguna manera. Pero, en este caso, sí se pusieron en el lugar del otro, de quién es violentado, vulnerado y puesto en una situación límite. Seguramente porque están más cerca de vivir una escena como ésa que la de un aborto. Por eso empatizan, a tal punto de contrariar un mandamiento y un absoluto que decían defender a raja tabla.

Y esto que pasó es interesante porque nos ayuda a ver la vida con todas sus complejidades y no desde púlpitos morales donde muchas veces sentenciamos con vehemencia, soberbia, distancia e injustas etiquetas sociales.

Nadie es tan pro vida ni tan pro muerte. Un aborto y la muerte de una persona, por antisocial que sea, serán siempre una derrota que debe mirarse en toda su hondura y misterio.

 


Por Matías Carrasco

 

 

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4 comentarios en “NI TAN PRO VIDA…

  1. Fernando Paredes Vidal dijo:

    Gracias Matías por tu nuevo artículo, sabio y transparente como todos tus escritos y en que no hay crítica sino comprensión por quiénes se muestran decididos a matar si la vida de los suyos y la propia se encuentran en peligro.

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  2. Begoña dijo:

    Interesante y lúcida reflexión, sin embargo donde dice: «Seguramente porque están más cerca de vivir una escena como ésa que la de un aborto.» Yo pondría «seguramente porque CREEN que están más cerca…» Ya que su falta de empatía basada en el dogma, les impide situarse honestamente en un escenario tan humano y lamentablemente cotidiano como el peligro de la vida de la madre, o una hija violada o la obligación tortuosa de acarrear un embarazo inviable….

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  3. Manuel Gutierrez dijo:

    Peras con manzanas. Pésimo ejemplo el del aborto. Kast propone defensa personal sobre la persona que ataca y amenaza a el y su familia. Ataca la causa, no la consecuencia, como si lo hace el aborto, en este caso el bebe, que no fue la causa del embarazo forzado o no deseado. Peras con manzanas. Dos situaciones distintas.

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  4. Me sorprendes cada vez que te leo. Que buena analogía. Pienso, a diferencia de quien comentó antes de mi, que sí son comparables, no en todos los sentidos obviamente, pero sí en ese de la defensa de la vida en plenitud. Es por lo mismo que yo estoy 100% en contra de por ejemplo, la pena de muerte. porque finalmente es eso, una forma de atentar contra la vida, y para mi es mucho más complejo porque no creo que ninguna persona sea intrínsecamente mala, y que por tanto nadie «merece» la muerte o la venganza; pero ese tema es más complicado porque ahí hasta con la iglesia pelearía…En fin, muchas gracias de nuevo. Ya lo dije antes, soy tu fan! Eres seco y es honestamente un regalo poder leer (que de verdad comarto tanto) las ideas que compartes.

    Por si es que no lo viste, vuelvo a dejar el link de MI blog, donde yo también intento compartir y expresar mis ideas (varias veces «inspiradas» por las tuyas)
    http://www.thelittletinybeautifulthings.blogspot.com

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